¡Hola lectores! Me llamó Señor Pug
y por si aún no lo habías adivinado, soy un perro. Fui el último de una camada
de siete hermanos, el más pequeño y debilucho, pero de gran corazón (palabras
de mi querida madre). A pesar de mis esfuerzos para intentar caerles bien,
ninguno de ellos quiso jugar conmigo y durante un tiempo fui un cachorro
triste.
Todo cambió con la llegada de Sam, mi amigo y dueño. Sam me adoptó
hace un par de años y fue él me inculcó el gusto por leer. En las tardes en las
que el tiempo no nos deja salir a dar un paseo, nos sentábamos frente a la
chimenea y Sam me leía mientras me acurrucaba en su regazo. Con el tiempo
aprendí a leer (un esfuerzo perruno me costó) y desde ese instante, fui el perro
más feliz del mundo, o al menos el que más leía.
Ahora tengo un blog donde doy
mi opinión sobre los libros que voy leyendo y comparto algunas cosas que me
parecen interesantes. Evidentemente, no soy yo el que lo escribo (mis patitas
no me lo permiten) sino mi amigo Sam…para eso tiene él unos dedos habilidosos y
es el que ha escrito estas palabrillas.
Como a Sam también le gusta escribir,
le he propuesto un trato: el escribirá las opiniones de las novelas de corte
más adulto, y en cambio yo me quedaré con las de corte juvenil ¡Son las que más
me gustan! Me disculpo de antemano si las reseñas de Sam no son tan
entretenidas como las mías, él no ha nacido con ese don :) Así que no se lo tengáis
en cuenta, en el fondo es buena gente y siempre me llena el bol con abundante
comida y agua.
Espero que disfrutéis con el blog
y no dejéis de suscribiros.
Un abrazo perruno y hasta pronto.